Los animales de granja necesitan un gran control en la nutrición para mantenerse sanos y producir alimentos de alta calidad.
Uno de los elementos clave de su dieta son los cultivos activos de levadura y sus metabolitos frescos, que se usan para aumentar la asimilación de los nutrientes, mejorar la digestión, fortalecer la microbiota salutífera de los animales así como fortalecer su sistema inmune.
Los cultivos de levadura previenen los trastornos digestivos de los animales de granja, y aumentan la tasas de absorción de nutrientes, lo que se traduce en un ganado más sano y productos de mayor calidad.
Los puntos a tratar muestran algunas de las ventajas del uso de levaduras en ganadería:
- Cómo nos ayudan las levaduras en mejorar el bienestar animal y la productividad en cada explotación.
- Digestibilidad de forraje.
- Eficacia de las levaduras.
- Diferencias entre levaduras seco-activas y activadas.
- RFNws probiótico de levaduras para rumiantes.
- Conclusiones.
Como nos ayudan las levaduras en mejorar el bienestar animal y la productividad en cada explotación
Algunas levaduras y bacterias nos ayudan a mejorar la digestibilidad de las fibras.
La digestión de la fibra es un reto importante en la nutrición de los rumiantes de producción de leche (Fibra Neutro Detergente; FND, Van Soest, 1967), pues de ello depende la salud del rumen y por ende, la del propio animal y el contenido de grasa del producto final, la leche.
Los cultivos activos de levadura se utilizan desde hace décadas en las dietas de los rumiantes para controlar la acidez del rumen y mejorar la digestión.
Algunas cepas de levaduras, como Saccharomyces cerevisiae, se adicionan en el pienso porque son capaces de producir enzimas que descomponen la fibra en el rumen, facilitando su digestión y mejorando la salud del animal.
Por otro lado, es importante destacar que estas levaduras compiten con otras bacterias patógenas para influir sobre la disponibilidad y concentración de sustrato en rumen e intestino, con lo que provocan una disminución de la población de bacterias patógenas frente las bacterias salutíferas generando un equilibrio muy positivo para los animales conocido como EUBIOSIS.
Se ha demostrado que, algunas especies de estos microorganismos reducen la metano génesis y mejoran la eficiencia alimentaria (McAfee et al., 2012). Además, diferentes estudios demuestran que la adición de cultivos activos de levadura en la dieta reducen la necesidad de la utilización de antibióticos.
Digestibilidad de forraje
La fibra procedente de los forrajes es uno de los compuestos orgánicos más abundantes de la naturaleza, es por ello que los rumiantes tienen una ventaja competitiva frente a otras especies, y es que establecen una relación simbiótica con su microbiota ruminal debido a que estos microorganismos utilizan los alimentos ingeridos como su propia fuente de nutrientes.
Estos microorganismos se multiplican y progresan a través del sistema digestivo convirtiéndose en un aporte muy importante de nutrientes, además de generar la proteína más importante para rumiantes, la proteína microbiana.
Una mejora en la digestión de los forrajes, pasa por evitar que se cosechen tarde, por el empleo de aditivos como enzimas exógenas (celulasa y hemicelulasa) el empleo de probióticos, como Saccharomyces cerevisiae, o la administración de raciones adecuadas que aporten los nutrientes necesarios a la microbiota.
Todas estas estrategias deben ser evaluadas por un nutrólogo para evitar dietas desequilibradas que puedan generar trastornos metabólicos en el animal.
Tanto la calidad como la cantidad de fibra son factores a tener en cuenta ya que esta calidad está dada en parte por su grado de digestibilidad a nivel ruminal.
Los nutrientes en los forrajes pueden variar por:
- Especie
- Madurez de la planta
- Condición de crecimiento
- Fertilidad del suelo
- Método de cosecha
- Condición de conservación
- Duración del almacenamiento
Eficacia de las levaduras
Cuando hay algún desequilibro, por aumento en el porcentaje de finos en las raciones que facilitan a los microorganismos como bacterias ácido lácticas, entre otras, el acceso al sustrato para fermentar o el manejo no es adecuado, el porcentaje de ácidos grasos es mayor que el porcentaje absorbido y por ende, se puede producir una acidosis ruminal provocando una DISBIOSIS en los animales.
Una de las funciones más importantes que desempeñan las levaduras es el aumento del pH ruminal lo que lleva a animales más sanos.
Los siguientes puntos reflejan cómo Saccharomyces cerevisiae mejora los parámetros ruminales y con ello el rendimiento en vacas lecheras:
- Consumen el oxígeno del rumen: el oxígeno es muy tóxico para las bacterias celulolíticas. Mantienen el ambiente ruminal anaerobio (<10 ml O2/L) en condiciones óptimas para estas bacterias.
- Favorecen el empleo del lactato: bacterias ácido lácticas (Megasphera elsdenii, Selenomona ruminantium). (Chaucheyras et al. ,1995; Rossi et al., 1995; Callaway and Martin, 1997).
- Aumentan el pH
- Incrementan la formación de ácidos grados de cadena corta.
- Incrementan la digestión de las paredes celulares (mayor aprovechamiento de la fibra)
- Aumenta el poder tampón de la dieta.
- Incrementa la disponibilidad de nutrientes para los animales.
- Mayor producción de leche.
Estos resultados muestran que la adición de levadura a la dieta de una vaca lechera puede mejorar significativamente la eficiencia alimentaria y los parámetros ruminales, lo que aporta pruebas de su eficacia como aditivo en la alimentación animal.
Este probiótico se incorpora a los piensos compuestos desde la década de los 90, cuando la industria de la nutrición animal introdujo las “levaduras seco-activas” -tal y como las conocemos en la actualidad- como “aditivos zootécnicos estabilizadores de la flora intestinal” en la reglamentación de la UE.
El uso de probióticos vivos en la ración puede mejorar los resultados zootécnicos. Por ejemplo, en las vacas lecheras, se ha demostrado que la inclusión de levaduras ayuda a aumentar la producción de leche, a la vez que reduce los trastornos digestivos.
Las investigaciones han demostrado que la producción diaria de leche se ve incrementada en respuesta a la suplementación con probióticos.
Además de sus efectos positivos sobre la salud y la producción animal, el uso de probióticos en la alimentación se ha relacionado con resultados más positivos en sostenibilidad medioambiental.
A medida que avanza la investigación y los beneficios de los probióticos sobre la flora intestinal y ruminal se hacen más evidentes que el uso de estos microorganismos aumente de manera considerable.
La principal característica de las cepas de Saccharomyces cerevisiae es su gran capacidad metabólica, se trata de un microorganismo anaerobio facultativo, por tanto, es capaz de sobrevivir tanto en presencia como en ausencia de oxígeno, esta última -anaeróbica- empleada habitualmente en procesos de fermentación, sin embargo, la capacidad respiratoria de esta levadura o consumo de oxígeno interesa más en el campo de la nutrición de los rumiantes, ya que el oxígeno presente en el rumen (Newbold, 1991) es muy tóxico para las bacterias celulolíticas.
Esta capacidad metabólica permite a S. cerevisiae producir rápidamente ácidos orgánicos de cadena corta, etanol y CO₂ durante la fermentación, que son importantes fuentes de energía para el animal, así como la reducción del oxígeno en el rumen, ya que es usado por las levaduras durante su respiración celular.
S. cerevisiae en la dieta puede mejorar la ingesta de pienso, estimular el crecimiento y la productividad de los animales.
En resumen, S. cerevisiae se ha convertido en una herramienta importante para optimizar los procesos de fermentación ruminal debido a sus propiedades metabólicas. Presenta numerosas ventajas en los ámbitos nutricional y medioambiental, lo que la convierte en un aditivo muy valiosa para la nutrición de los animales.
Diferencias entre levaduras seco-activas y activadas
El empleo de levaduras activas metabólicamente de manera aerobia se impone sobre las seco-activas, que, por otro lado, deben revivificarse al llegar al rumen, un proceso que exige condiciones especiales de humedad y temperatura, así como un tiempo de adaptación (“lag”) a las condiciones ambientales desde su estado latente a la plena actividad.
Estas levaduras seco-activas se destruyen más fácilmente por una exposición prolongada o repetida a condiciones desfavorables de humedad, temperatura y pH.
Así pues, las levaduras metabólicamente activadas puede ayudar a reducir la fase de latencia, ya que al ser activadas previamente garantiza que resistan en entornos adversos durante períodos de tiempo más largos. Ofrecen una mejor opción para la optimización de la fermentación ruminal, ya que pueden ayudar a aumentar la tasa y la eficiencia de la fermentación.
Además, el uso de estas levaduras también puede contribuir a mejorar el índice de conversión alimentario, y la calidad de la leche y carne.
Los cultivos activos de levaduras están compuestos por una cepa seleccionada con gran actividad metabólica y un sustrato que aporta los nutrientes necesarios para su hidratación, activación metabólica y multiplicación fuera del rumen.
Dicha activación del cultivo se lleva a cabo en un fermentador que mantiene estable la temperatura y permite a las levaduras realizar una ruta metabólica mucho más rentable, la respiración celular. Esta ruta aeróbica es 18 veces más eficiente en el aprovechamiento de la energía empleada por la levadura (36 ATP vs 2 ATP), es decir, que la presencia de oxígeno favorece su crecimiento y multiplicación, de hecho, se trata de un proceso de generación de biomasa y energía.
El probiótico activo de Saccharomyces cerevisiae tiene como ventajas en rumiantes su efecto inmediato al llegar al rumen, su mayor eficiencia energética y la notable reducción de la concentración de oxígeno en el rumen, debido a su metabolismo aerobio, favorece la actividad de las bacterias celulolíticas.
Es importante destacar que dichos cultivos de levaduras además, aportan una gran variedad de metabolitos propios que hace que actuen más selectivamente y favorezcan activamente a la población de bacterias salutíferas.
El aporte de estos metabolitos sin que sufran el tratamiento térmico propio de las levaduras “seco-activas” hace que su influencia en la salud ruminal sea más elevada y evidente.
Conociendo entonces el punto débil de las levaduras seco-activas, su retardo en el período de activación metabólica y la vía metabólica que pueden adoptar una vez activadas, podemos deducir que los cultivos activos de levaduras representan un gran avance en el uso de Saccharomyces cerevisiae y permiten favorecer los parámetros ruminales y productivos, un hecho constatable en las granjas de muy alta producción en las que se emplea.
Conclusión
- Las levaduras metabólicamente activas ofrecen una mejor opción para la optimización de la fermentación ruminal, ya que pueden ayudar a aumentar la velocidad y la eficacia de la fermentación. AMBiotec ofrece una solución excelente, RFNws.
- Los cultivos de levadura activa se componen de una cepa seleccionada con una elevada actividad metabólica y proporcionan todos los nutrientes necesarios para la hidratación, la activación metabólica y la multiplicación fuera del rumen.
- La vía aeróbica es 18 veces más eficaz en la utilización de la energía empleada por la levadura (36 ATP frente a 2 ATP).
- El producto activo de Saccharomyces cerevisiae ofrece ventajas con un efecto inmediato al llegar al rumen, una mayor eficiencia energética y una notable reducción de la concentración de oxígeno debido a su metabolismo aeróbico que favorece la actividad de las bacterias celulolíticas.
- Estos cultivos de levadura también proporcionan un gran número de metabolitos obtenidos de su actividad, aportando nutrientes a la microbiota del rumen.
- El uso de levaduras metabólicamente activadas conlleva un aumento en los parámetros productivos de las granjas de alta producción donde se emplean.
RFN WS probiótico a base de levaduras, pruébalo y verás los excelentes resultados.