El agua es el nutriente más importante para la vida y la producción animal y a pesar de esto no solemos darle el valor que ello implica. Su importancia primaria radica en ser el mayor constituyente del organismo animal, ya que el 60 al 90% del peso de los animales es agua.
Sus funciones intervienen en la regulación de la temperatura corporal, para el crecimiento, reproducción, lactación, digestión, metabolismo, excreción, hidrólisis de nutrientes, transporte de nutrientes y de desperdicios en el cuerpo, actúa como lubricante de las articulaciones. Es decir, es fundamental para el mantenimiento adecuado de las constantes fisiológicas del organismo.
Las fuentes de agua para los animales son 3: el agua de bebida, la contenida en los alimentos y la metabólica. Siendo el aporte más abundante el suministro a través de la bebida. Esta fuente de agua puede actuar como un vector importante en la transmisión de microorganismos perjudiciales, razones por las que su control en la explotación es crucial.
En el post que os presentamos hoy trataremos la calidad del agua en explotaciones ganaderas, a través de los siguientes puntos:
- Necesidades de agua.
- Bases normativas sobre la calidad del agua en explotaciones ganaderas.
- Contaminantes de importancia para el sector ganadero.
- Contaminación microbiológica.
- Contaminación físico-química.
- Nuestros enemigos: los nitritos
- Buenas prácticas de higiene.
Necesidades de agua
Las necesidades están influenciadas por la dieta y diversos factores del medio ambiente. Su consumo está relacionado con múltiples factores tales como, el contenido en materia seca de los alimentos, la presencia de sales minerales (sal en el pienso), la ingesta de dietas altas en proteína que aumentan la excreción de orina, la temperatura y humedad ambiental, la etapa productiva y actividad del animal, entre otros.
Podemos decir que, los animales son más sensibles a la carencia de agua que de alimentos. Una restricción severa del consumo de agua, genera una rápida perdida de peso debido a que el cuerpo se deshidrata, una restricción moderada incide en el consumo de pienso provocando una reducción.
Tal como se muestra en la tabla 1. El consumo de agua en condiciones normales es muy variable, no solo por especie sino también por la etapa productiva en la que se encuentre el animal. Y esto varía aún más cuando hay un factor que interviene, por ejemplo: Estrés calórico en épocas de verano.
Bases normativas sobre calidad del agua en explotaciones ganaderas
No existe una legislación específica con parámetros para la calidad del agua de bebida de los animales. Sin embargo, debemos asegurar un agua limpia, con calidad físico-química y bacteriológica adecuada. Por tanto, las aguas para ganadería deberían:
- Estar libres de malos olores.
- No tener turbidez, es decir incolora.
- No tener sabores extraños.
- Sin materia orgánica.
- No tener sustancias químicas.
- Ausencia de bacterias, parásitos o virus.
- Estar disponibles en cantidad suficiente para el consumo y limpieza de toda la granja.
- Los equipos de suministro deben estar diseñados de acuerdo al tipo de animal, teniendo en cuenta la fisiología y el comportamiento natural de cada especie y etapa productiva.
- Los animales deben tener acceso fácil y directo a los bebederos.
Por otro lado, es muy frecuente que los laboratorios se guíen y asuman límites establecidos en el Real Decreto 140/2003 por el que se establecen criterios sanitarios de la calidad del agua para consumo humano.
Contaminantes de importancia para el sector ganadero
La contaminación puede ser de tipo microbiológica (bacterias, virus y parásitos) o de tipo físico-química (exceso de sales, metales…)
Contaminación microbiológica
Presenta efectos más graves que la contaminación físico-química. La mayoría de gérmenes vienen por la contaminación fecal tanto de animales como del hombre. La presencia de estos microorganismos indica una mala calidad, pudiendo encontrarse sobre todo en aguas estancadas, en sistemas extensivos donde puede haber animales salvajes.
En AMBiotec, recomendamos realizar analíticas periódicas para controlar los microorganismos y en nuestro laboratorio se analizan los parámetros expuestos en la siguiente tabla:
La presencia de E. coli, coliformes y Clostridium son testigos de una contaminación fecal. El agua positiva a E. coli y coliformes es potencialmente peligrosa debido a la posible aparición de Salmonella y shigella, por lo que su presencia es inadmisible.
La inocuidad del agua también puede verse afectada por otras bacterias o virus. En caso de virus estos pueden aparecer en aguas profundas y actualmente son de difícil investigación, por lo que no se determina en la mayoría de laboratorios.
Contaminación físico-química
Esta contaminación está definida por la presencia de sustancias disueltas e insolubles en el agua. Algunas partículas en suspensión como las arcillas y tierra, no tiene efectos nocivos para el organismo. Sin embargo, pueden reducir la eficacia de tratamientos, ya que estas partículas sirven de protección a microorganismos. Lo mismo ocurre con el pH que interfiere en la eficacia de tratamientos administrados por el agua.
Conocer los parámetros físico-químicos (tabla 3) es eficaz para aplicar tratamientos adecuados y disponer de un agua de calidad en explotaciones ganaderas.
También se debe tomar en cuenta el color y olor como indicativo de calidad, el control de estos parámetros debe hacerse de forma periódica y su variación es una señal clara de riesgo que debe promover el estudio de otros elementos.
Generalmente en las aguas predominan los nitratos frente a los nitritos. El uso excesivo de fertilizantes nitrogenados (incluyendo el amoníaco) y la contaminación fecal humana o animal pueden contribuir a elevar la concentración de nitratos en el agua. Tanto los nitritos como los nitratos pueden causar toxicidad, mayor en el caso de los nitritos.
Nuestros enemigos: los nitritos
El nitrito cambia la hemoglobina en metahemoglobina que no tiene capacidad para transportar oxígeno. Además, provoca caída de la presión sanguínea y choque circulatorio. Está circunstancia genera hipoxia que se hace más grave en cuanto es mayor la concentración de nitritos.
La presentación de la enfermedad puede ser peraguda, aguda, subaguda y crónica. Cada vez es más común encontrar animales con síntomas tales como: letargia, bajas de consumo, pica, coloración oscura de las mucosas, menor ritmo de crecimiento, reducción de la fertilidad y menor producción de leche que coinciden con la sintomatología para intoxicaciones crónicas por nitritos o nitratos.
Buenas prácticas de higiene
Para asegurar el bienestar animal y una buena rentabilidad de nuestra explotación, podemos implementar prácticas como las siguientes:
- Limpiar los bebederos con regularidad, al menos 1 vez por semana.
- Evitar las contaminaciones fecales y con productos fertilizantes.
- Si se tienen depósitos acumuladores de agua, atender su mantenimiento y limpiarlos por lo menos una vez al año. Además, deberán estar tapados permanentemente.
- Si las instalaciones lo permiten, equilibrar convenientemente la presión del agua para evitar pérdidas y derramamientos innecesarios y asegurar un flujo correcto.
- Monitorización con analíticas de agua para verificar que el agua de bebida no está contaminada y guardar los resultados durante al menos 2 años.
- Limpieza de los circuitos de agua de preferencia con productos inocuos o naturales como nuestro VITAID AVES.
CONCLUSIÓN
Uno de los principales factores a considerar en ganadería es un adecuado acceso al agua, siendo necesario para el correcto estado sanitario de los animales y, en consecuencia, lograr un adecuado nivel de producción.
Existen muchos agentes físicos, químicos y microbiológicos que alteran la calidad del agua y pueden ser de riesgo para el animal, provocando problemas de salud y de rentabilidad. Por lo tanto, es necesario hacer controles regulares con las analíticas adecuadas.
AMBiotec pone al servicio de los ganaderos su laboratorio especializado para realizar análisis tanto de calidad de agua como otros que puedes consultar contactando con nosotros o a través de nuestra página web.